Por todo el mundo,
el pueblo que camina en la oscuridad de la guerra,
además de la violencia que sufren,
se encuentran aislados por la indiferencia del mundo.
Es más, la población civil que debería ser protegida,
se convierte en el más afectado, como rehén en los conflictos.
Nosotros, el Movimiento Internacional del Apostolado Infantil (MIDADE), alzamos una voz fuerte e indignada ante la situación de las personas más vulnerables y especialmente de los niños de aquí y de allá, apuntados, indefensos y con la mayor indiferencia.
Atacar a los niños es:
– Negar que un futuro sea posible,
– Mata la semilla de la paz,
– Elige una cultura de muerte.
El Dios de la Vida espera de nosotros:
– respeto por la vida de los niños,
– que construyamos la paz para todos,
– y que las personas más vulnerables son las más protegidas.
Una luz de futuro y de paz no es posible,
¡Solo si protegemos a los niños hoy!